El regreso del Jack Ontario

Iniciado por Aluqah, Diciembre 30, 2007, 02:54:37 PM

Tema anterior - Siguiente tema

Aluqah

Para los que se preguntaban que había pasado con Jack (?) aquí la secuela de "Más allá de los Muros de la Noche". Hacía rato que no escribía nada, pero creo que quedó bastante bien, al menos no arruina la primera parte, me parece.


El regreso de Jack Ontario.

Jack Ontario no estaba loco pero lo parecía, el espíritu demoníaco que se había formado dentro suyo empezaba a adueñarse de sus sentidos. Éste había crecido dentro de él a partir de ese miedo, que como un ser físico lo poseyó durante su combate en el infernal mundo más allá de la Noche y que aún sentía en su alma, en sus venas, a pesar de que lo negara. La sangre maldita que salpicó su cara, los gritos espantosos que taladraron sus oídos, parecían haber tenido la propiedad de gustarle y Jack deseaba muerte. Jack quería más, y no podía controlarlo. Su mente aun batallaba con sigo misma pero entendía que no lograría vencer esa sensación.
El pueblo en el que estaba, luego de su regreso del Infierno, estaba tranquilo, sumido en ese sueño lisérgico de verano, cuando el calor agobiante del mediodía embota los sentidos y uno se adormece en medio de imágenes delirantes, incontrolables e intrascendentes. Jack, sin embargo, tenía frío, un frío que lo lastimaba y enfurecía y lo hacía ansiar el calor de su arma. La recargó temblorosamente.
El pueblo no tardó en transformarse en un infierno, al menos en el infierno popularmente conocido, ya que como sabemos nosotros y el mismo Jack, quien recientemente lo visitó, no es así, pero decíamos, se volvió un infierno: fuego, escombros, gritos, llantos, cuerpos desmembrados y ratas relamiéndose en las esquinas esperando el momento de alimentarse de carne fresca. Jack disparaba su arma sin mirar a quien, y se sonreía. La gente corría y gritaba, ya se ha dicho, pero nada podía hacer. La muerte los alcanzaba a todos con la velocidad, literalmente en este caso, de una bala. Jack, sentía que lo quemaba ahora un fuego de placer.
Sin embargo la demoníaca felicidad de Jack Ontario no duró demasiado. Los cuerpos se deshacían y mostraban sus vísceras con facilidad y las almas temerosas de sus víctimas se deshacían en la nada ni bien abandonaban su cuerpo. Los combatientes le parecieron patéticos. Pronto acabó con todo lo vivo que pudo encontrar y dejo en ruinas y cenizas lo demás, sembrando las calles de objetos y personas deshechas, haciendo volver el silencio que había cuando llegó. Pero no le alcanzó para acabar con su sed insatisfecha de sangre, las visiones de los demonios desangrándose poblaban su mente y deaba enfrentarse a ellos otra vez. Estaba empezando perder el dominio de si mismo por culpa del demonio que el había creado dentro de sí y ahora lo atormentaba sin pausa. Pero aún podía pensar, aunque de forma malsana... y así se encaminó hacia la central de la UAC.
Como recordaremos, la Unión de Acérrimos Católicos lo había enviado más allá de los Muros de la Noche a destruir el intento de los demonios de pasar a nuestro mundo en forma visible, misión en la que resultó victorioso, pero perdió su cordura. Desde allí, desde la UAC, había cruzado; allí, en una sala subterránea, estaba el portal al Otro Lado, cerrado con cerrojos de ciencia y magia. Los espíritus de los malditos ya hacía tiempo que habían aprendido a cruzar a este lado, pero necesitaban ayuda para formar sus cuerpos de carne. Debía haber una forma de ayudarlos; así pensaba en su cerebro destruido: los necesitaba para apaciguar su sed de sangre, necesitaba crearlos para luego destruirlos, luego de lo vivido en el Más Allá, los necesitaba. así sentía y los demonios, desde el otro lado, se sonreían.
La UAC, era un edificio antiguo, muy antiguo, rehecho en innumerables ocasiones durante las guerras contra el hombre y el tiempo, resultando en una construcción incalificable, heterogénea y misteriosa, pero de la que se desprendía un inequívoco manto de Antigüedad, de una pesadez tan grande, que uno sentía el Tiempo del Mundo posado en sus espaldas y el abatimiento lo dominaba. Jack también lo sintió, pero no era él que manejaba su cuerpo ahora y siguió avanzando.
Al lugar ya lo conocía, no tuvo dificultad en entrar, volando las cabezas de los guardias y desparramando sus sesos por el suelo y las paredes iluminadas por luces ahora parpadeantes. Toda la UAC se puso en alerta, en todos los milenios de su existencia había sido atacada numerosas veces, pero nunca por alguno de Ellos, o de alguien que pronto se convertiría en uno. Muchos vinieron y fueron barridos como moscas; Jack los mató y desmembró con facilidad y las heridas que le produjeron no las sentía y ni alcanzaban para provocarle muerte. Conocía el lugar, conocía sus trampas y sus sistemas de seguridad y pudo evadirlos a todos. Los pasillos, los laboratorios y las máquinas fueron convirtiéndose en un espantoso matadero, donde no había lugar para mirar sin ver cuerpos sangrantes de huesos rotos y gemidos espeluznantes.
Jack encontró la escalera que buscaba y descendió velozmente y al fin dio con la puerta a la Sala. Entró, sumido en el silencio que allí imperaba, en las profundidades de la Tierra y vio, finalmente, el portal al Otro Lado. Ya lo había cruzado no hacía mucho y lo conocía, pero eso no era lo que quería ahora; así como antes el portal había trasladado materia (el mismo Jack), la idea era abrirlo para que Ellos pudieran pasaran libremente y pasar lo que necesitaran para reconstruir sus cuerpos amorfos, es más: él los ayudaría y luego los vería volver a este mundo en hordas y los mataría con su arma y sus manos; Jack sentía el deseo de volver a enfrentarse a ellos y destruirlos. Pero en verdad ya no sentía claramente, era una sombra de malicia en su interior que parecía cobrar vida y adueñarse de él. Accionó los botones como lo había hecho la primera vez y aguardó.
Lo que sucedió no era lo que él esperaba, pero tampoco podría definir que había sido. Sólo vio un haz resplandeciente que cruzó la habitación. Al mirarse, vio como la parte superior de su cuerpo se desprendía lentamente sobre la inferior y pronto caía al suelo dividido en dos. Ahora sus intestinos se deslizaban suavemente sobre el charco de su propia sangre, pero Jack Ontario, sentía de una manera vaga y distante la sensación del dolor y su propia muerte. De hecho, no le interesaba.
La puerta del lugar se abrió. Desde el otro lado, John Karmac, el director de la UAC, lo miraba sin expresión. Al fin le dijo:
-Los Demonios son sabios, han tenido milenios para aprender y, aún en la destrucción de sus planes, cuando tú destruiste su Infierno, han encontrado la manera de volver, intoxicando de maldad a su propio destructor. Pero nosotros también hemos tenido milenios para preverlo y preparamos esto sin que tú lo supieras -lo siguiente se lo dijo a Jack, pero hablaba en verdad a los demonios que seguramente por él oían-: La guerra no ha terminado, pero no les será fácil mientras la UAC permanezca.
Entonces, el cuerpo de Jack (o lo que de él quedaba) se agitó convulsivamente un tiempo y luego se calmó, aunque el director pudo apreciar que su mirada se había vuelto vidriosa y espectral. Una risa diabólica salió del hombre que agonizaba y Karmac no pudo evitar estremecerse. La misma voz habló:
-Eso es lo que ustedes creen. ¿Acaso no lo ven? encerrados en su castillo, estudiando los demonios del pasado... vean su mundo, de a poco, muy de a poco, se pudre y se hunde en la miseria, el dolor y la injusticia, mientras ustedes se confunden y atacan monstruos y cornamentas. Hemos perdido esta batalla, pero no tiene la menor importancia. No, Karmac, la guerra no será eterna. Ya la han perdido. Eterno será el fuego que pronto consumirá su mundo. Lo único que han ganado es prolongar su propia agonía. Quizás nunca ganemos por medio de la carne, pero nunca podrán ganarnos por medio de el espíritu... pues les gusta ser como nosotros. Los hostigaremos sin que nada puedn hacer y, así, ustedes mismos se destruirán.
Entonces Jack Ontario murió y el mal espíritu que brevemente lo había poseído ya no pudo seguir hablando. John Karmac miró el cadáver con desdén, pero algo dentro suyo lo hostigaba, como una espina clavada en su alma.

Aluqah, 2007.-

Doom Missed

Muy buena, Aluqah. Aunque quizá por el medio es un poco repetitiva, aunque me encanta el final.

Excelente trabajo! :D

'Slayer

Muy buena la historia  8)
y el final de todo ¿que es lo que quiere esplicar?
que el demonio se havia apoderado de karmac sin que el se de cuenta
mientras mirava a jack morirse¿? quede en la duda

El p0rno es malo para salud, mejor, vivelo por ti mismo.

Heavy Gunner ²

Le paso, como dije lo mismo que a Rambo xD.
Muy buena historia!

From illusion to truth... From darkness to light... From doom to eternity...

Aluqah

ADVERTENCIA: datos sobre el final

Cita de: "'Slayer' unknown"Muy buena la historia  8)
y el final de todo ¿que es lo que quiere esplicar?
que el demonio se havia apoderado de karmac sin que el se de cuenta
mientras mirava a jack morirse¿? quede en la duda
El demonio poseyó a Jack mientras moría y después se fue, Karmac solamente habló con él. Quizá la repetición de la palabra "hostigar" puede llegar a confundir...

P.D.: Vamos, no cuentes el final.

foxhunter

muy buena!!!!! excelente trabajo alugah

StoneIMP-Power

Buen trabajo Aluqah!  :wink:  Me ha gustado la primera historia y esta secuela

 :)

Saludos!

BISo

estuvo buena la historia mas sin embargo me gusto mas la primera parte, pero estuvo muy buena
espero con entusiasmo mas historias tuyas alugah
OPIUM DESIRE OR WILL????

DOOM FOR ETERNITY....