El Crepúsculo de los Doomers (cross-over de Heretic y Doom)

Iniciado por Doom Missed, Noviembre 11, 2008, 07:41:51 PM

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Votación cerrada: Noviembre 11, 2008, 07:41:51 PM

Doom Missed


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Ya hace tiempo que llevo pensando en hacer una historia de Doom, pero nunca tuve la suficiente inspiración ni originalidad para hacer una que mereciera la pena. Finalmente, aquí dejo el primer capítulo de una: un extraño cross-over entre Heretic y Doom. Y cuando digo extraño, digo realmente extraño... ¡Atención, no aparece el Doomguy- pero tampoco el HereticGuy (Corvus)! Así que si buscáis ese tipo de historias aquí no lo encontraréis. En fin, espero que os guste. Igualmente, tanto si gusta como si no tengo pensado publicar más capítulos. Aunque, obviamente, siempre se agredece que a la gente le guste tu trabajo. xD


EL CREPÚSCULO DE LOS DOOMERS

Capítulo 1) R E C U E R D O S

"Antaño me habían llamado pirómano. Nunca me gustó ese apodo, que además me pusó mi hermana en cuanto se enteró de lo mío. Bueno, al menos ella no me despreció y miró raro como mi padre, y de mi madre ya ni hablar. Sospecho que aún estaba en casa por el miedo que tenían a mi don... Pero ya no más. No desde la llegada de los demonios a nuestro mundo. No desde ese día maldito en la historia de la humanidad.

Al principio todos me miraban con odio y miedo, odiaban mi don. Y yo también por esas mismas razones, todo sea dicho de paso. Pero ahora no podría vivir sin él, ni quisiera ni por un momento perderlo, soy simplemente uno más. Uno de de muchos. Me siento a gusto; me siento como en casa. Aunque, la verdad, mi casa fue destrozada aquel fatídico día, pero me la sopla... Estoy mejor ahora.

Recuerdo que todo empezó una fría tarde de otoño... Yo salía del instituto, con la cabeza por lo bajo. Podría decir que era porque había suspendido en matemáticas, pero me estaría haciendo el bueno... No, no era eso ni mucho menos. Estaba harto de esconder quien era a los demás, de no poder mostrar mi don, algo muy distinto a los de las mates, creo yo. Pero no decía nada de ello aunque tuviese ganas de explotar, sabía lo que era que te mirasen con ojos de pánico, que convirtieran tu cara en la de un monstruo...

Sí, lo sabía. Lo sabía, y muy bien... Y sabía que si veía eso en el instituto cada día me acabarían dando ganas de incendiarlo y hacerlo arder hasta los cimientos. Irónicamente, no hizo falta, aunque no por la vertiente que uno se imaginaría. Ese día todo cambió, desde como me veía la gente, hasta la suerte del instituto.

Un trueno resonó en la lejanía. Pronto se hizo oscuro, mucho más rápido de lo normal. Un cúmulo de nubes se empezó a formar a velocidad de vértigo, tapándolo todo y sepultando el mundo bajo un manto de oscuridad. Ni en el invierno más sombrío la oscuridad era tanta. Se oían murmuros a mi alrededor, todo el mundo se quedó mirando al cielo, atontados, mirando el anti-natural espectáculo con miedo. No sabían lo que yo. Ellos tenían miedo, y bien que hacían, pero yo si lo noté: algo muy gordo se aproximaba, y no era nada bueno. Así que mucho antes que nadie di el primer paso. Corrí, corrí y corrí. Algunos me miraron mal, otros me imprecaron, y hasta tuve algunos imitadores. Pero eso al final no tuvo importancia.

Antes de que pudiera llegar a dentro del edificio del instituto una tormenta como jamás se había visto antes asoló la ciudad: fragmentos de hielo del tamaño de pedruscos caían del cielo. Uno impactó justo delante mío, apenas me dio tiempo de entrar al instituto. Los que venían detrás mío no fueron lo suficientemente rápidos y sucumbieron al instante. Entonces todo ocurrió como un espectáculo de horror: Horror y fantasía.

Los fragmentos de hielo perforaron el techo, haciéndolo combarse y hasta caer. Yo fui lo suficientemente listo como para esconderme en el sótano, pero incluso alí dudaba que estuviera seguro. Algunos fueron también inteligentes y buscaron sistemáticamente sitios seguros donde guarecerse. Los pedruscos llevaban ya medio techo arrancado y el resto parecía un queso de Gruyere. Pero eso solo era el principio, esta anti-natural catástrofe tenía más guerra que dar. Joder, ya lo creo que sí... Pobres ilusos, en cuanto notaron que el hielo dejó de caer miraron y salieron. Intenté avisarles, pero no me escucharon. Tampoco les culpo, ellos no podían percibir la cantidad ingente de magia reprimida en la tormenta que amenzaba con caer sobre nosotros.

Una explosión gigantesca partió la tormenta, que dejó a la vista un negro absoluto. La onda expansiva los lanzó lejos de mi. Supongo que los mató del impacto; yo sobreviví debido a que aún estaba a seguro. Alguien más debió salvarse, pues recuerdo que algo me tocó, me arrastró hasta lo más profundo del sótano y cerró la puerta.

No podía creer que nada de eso estuviera ocurriendo. Recuerdo que me hablaba, pero no le hacía caso, fuera quien fuera. Igualmente, no vivió para decirme su nombre. Pude notar como un manto de magia se extendió por todas partes, su extensión era infinita, debo imaginar que abarcó todo el planeta. Solo sé actualmente que todo el que no poseía el don de la magia murió. La gran cantidad de magia liberada me abrumaba y me hacia sentir mal, débil y enfermo, pero me fascinaba de tal manera que abrí la puerta del sótano y salí afuera. Entonces llegaron.

Los vi primero como una mancha en la niebla de polvo que se había levantado de las ruinas. Era de noche... Bueno, en realidad no, porque la oscuridad ya no estaba, y sin embargo el cielo era del color más negro que jamás el ojo humano haya visto. Recuerdo que les lancé bolas de fuego, aterrorizado, y a alguno logré derribar, pero eran muchos. Salí corriendo, intentando huir, estaban por todas partes. Por casualidad encontré la entrada a la línea del metro. Entré, guiado por una leve esperanza. Los monstruos no me siguieron... No entendí el porque hasta que fue demasiado tarde..."


No supe el verdadero nombre de los monstruos hasta mucho después, pero si recuerdo su hedor con perfección, su halo de maldad claramente perceptible... Y no permitiré que acaben conmigo esos hijos de perra. Estoy preparado para luchar, pero no estoy solo... Las hordas de D'Sparil tendrán que vérselas con nostros: no soy el único con poderes en este mundo. Ya no soy un pirómano loco, ni un monstruo... No, eso se acabo por siempre más. No... soy un luchador de la libertad, soy uno de muchos: soy un doomer.

Doom Missed

Bueno, aquí dejo el segundo capítulo, tengo pensado postear un nuevo capítulo cada dos o tres días más o menos. Agradecería alguna crítica y/o comentario. :wink:


EL CREPÚSCULO DE LOS DOOMERS

Capítulo 2) EL SOMBRÍO

"Jadeos. Graznidos y jadeos: eso era todo lo que podía oír. Los monstruos me esperaban ahí fuera. Los oía, su compás de pezuñas al tocar el suelo, sus impacientes grititos de furia, su ansia, su sed de sangre... Podía verlos, sus acorazados cuerpos de color dorado brillando a la luz de... ¿Qué? ¿La Luna? ¿El Sol? No, había luz, pero el cielo era de un negro absoluto, como si nunca hubiera sido más que un decorado, y alguien lo hubiese quitado para ser reemplazado por el negro del vacío. Y eso me hizo recordar todo lo que había ocurrido hoy, que lejos de tranquilizarme, acabó de crisparme del todo los nervios. ¿Por qué no bajaban a matarme esos monstruos? ¡Estaba ahí delante, delante de sus narices! Estaba justo en la boca del metro, me veían, de eso no había duda... Pero en cuanto parecía que se decidieran a bajar las escaleras subían de nuevo, como aterrorizados. Pero no solo eso, pronto dejaron de hacer el ridículo más absoluto para dejarme ahí solo, con lo que fuera que les había hecho huir. ¿Le temían a algo? ¿Algo que había en el metro? Francamente, esa idea no me gustaba ni un pelo, y me hizo darme cuenta de mi situación.

Me giré, escrutando las sombras. Nada. Me giré de nuevo mirando a la calle, todo parecía en calma, tranquilo. Pero yo sabía que algo no iba bien... No podía percibirlo con la magia, pero podía intuirlo. Debo decir que me pusé algo paranoico, aunque, hablando sinceramente, me cagé de miedo. Sí, esa sería toda explicación, no podía girarme sin ver figuras extrañas y salidas de las sombras que venían a comérseme o a matarme. Todo pequeño ruido o movimiento desataba mi imaginación. Es más, tenía la certeza de que si salía al exterior no tendría ninguna oportunidad contra los monstruos: ni contra los áureos de pezuñas de acero y dientes largos, ni... Bueno, seguramente habría visto más tipos de monstruos, pero el miedo me impedía pensar con claridad y no podía recordar ninguno más. Pero eso daba igual, una cosa me llevó a la otra, y pronto pensé que fuera lo que fuese lo que había en el metro no me gustaría nada seguramente. Algo que tendría que esquivar si quería sobrevivir... Quizás para un rato; quizás para toda la noche. Eso me puso los pelos de punta.

Un ruido. Me quedé helado: algo más estaba ahí abajo, conmigo, y era real. Quería esconderme, pero estaba paralizado. Primero, una lata rodando por el suelo, en dirección a la vía del metro. Segundo, el quejido quejumbroso de los vías del metro siendo desgarradas, a mucha distancia. Tercero, una sombra empezó a desdibujarse a la luz de los fluorescentes, que milagrosamente no habían sido afectados por la misteriosa y mortal tormenta que había ocurrido no hacía ni una hora. Fue entonces cuando reaccioné, me escondí en la esquina. Me asomé discretamente y pude ver que era aquello que tanto me había asustado: un hombre, con la camiseta desgarrada y con cuatro arañazos marcados en el pecho, con botas rojas y pantalones tejanos medio-quemados. Me fije un poco más y pude observar estaba manchado de sangre de diferentes colores: las botas no eran rojas, eran así por la sangre roja, pero encima de los trozos carbonizados de los tejanos se dejaban ver machas de sangre azul oscura reseca, y sangre verde fresca estaba estampada en la parte trasera de la desgarrada camiseta. No sabía quién era, pero si de él huían los monstruos habría que tener cuidado. Decidí no correr riesgos y preparar una bola de fuego concentrada. Se giró, era el momento perfecto.


- ¡Quieto, no te muevas! - grité, al tiempo que salía con la bola de fuego en alto.
- ¡Alto, alto! -gritó él, girándose lentamente.- No soy enemigo, sino amigo. -y con un tono más conciliador:- Por favor, desmantela esa bola de fuego.
- ¡No pienso desmanterlarla! -contesté chillando, casi al borde la histeria.- Los monstruos huyen de este lugar, y quien está aquí eres tu... No me das buen yuyu, tío.

El sonido de metal desgarrado volvió a oirse, esta vez más cerca. Alguien o algo muy grande estaba arrancando las vías del metro de cuajo, y se acercaba por los oscuros túneles hacia nosotros dos.


- ¡Se acerca el Sombrío! -gritó el desconocido.- ¡Tenemos que huir de aquí: AHORA!

He de decir que al principio no me fie, ni me moví. Pero cada vez lo que fuera que se acercara se oía más cerca, y a pasos agigantados. Así que me dije: ¡Qué cojones! Desmantelé la bola de fuego y corrí junto al desconocido por los pasadizos, iluminados por las ténues luces laterales del corredor. El sonido de mi corazón latiendo a toda velocidad me impedía oír siquiera el sonido de mi respiración o siquiera mis fuertes pisadas. Nos paramos, el paso estaba cerrado. La reja metálica impedía que continuaramos a otra parte de la estación. Entonces el desconocido miró atrás y se quedó parado.

- Ya está aquí. -masculló aterrorizado.

Corrió hasta mi y se me tiró encima, agarrándome de su mano. Me soltó al cabo de un instante para ir otra vez a su sitio. Su reacción no me extrañó en cuanto me giré. Las luces del corredor fallaron todas de golpe, una oscuridad de negrura infinita, coma la del cielo se apoderó del corredor. Y entonces, enmedio de la negrura y envuelto en un halo de maldad inigualable apareció él. Parecía humano, pero tenía la cara desfigurada y los ojos rojos. Iba vestido con una túnica larga de color azulado con bordes dorados y tenía estampado en el centro de la túnica el signo del Tridente, el arma que empuñaba. No sabía quien era, pero solamente la maldad que despedía y los escalofríos que me daba su presencia era suficiente como para dejarme paralizado. El inesparado aliado que me había hecho en los túneles fue el primero en morir. Una descarga azul oscura de magia concentrada salió del tridente y lo dejo carbonizado en el acto. Y entonces, justo cuando iba a matarme a mi, el Sombrío se giró y dio media vuelta.

Tarde un rato en comprender lo que había ocurrido. Me miré una de mis manos: ¡No estaban ahí! Supuse que el desconocido tenía el poder de volver invisible a cualquiera salvo a él, y decidió salvarme la vida antes de morir. Temblando, me pusé de pie. Joder, ni siquiera recuerdo que me hubiera hechado al suelo. Lo que hice a continuación no lo tengo claro, solo recuerdo que al instante siguiente salí fuera del metro y me encontré que todo volvía a estar normal. No. El cielo negro y los monstruos habían desaparecido, el Sol salía por el horizonte y el ambiente de terror y maldad se había esfumado. El cielo estaba despejado, sin una nube, con un color entre el azul oscuro y el cian. Pero la cosa no había acabado: la ciudad seguía en ruinas, la gente seguía muerta, y la certeza del regreso de los monstruos a la noche era una constante fatal. No, la cosa no había acabado, todo justo acababa de empezar."


- ¡Teniente Phil!
- ¿Sí, señor?
- Deje su diario y présteme atención. -gritó el sargento. La verdad, no me caía demasiado bien.- Reúna a su escuadrón en una hora: partirán a la Base Alpha, los demonios han iniciado la Invasión.
- Sí, señor. Enseguida, señor.

Se marcha, dando un portazo al salir. No sé que ocurre exactamente, pero esto no me gusta.

Aluqah

Sigue habiendo un voto, se ve que soy el único que lo leyó  :) Está muy bien escrito, la verdad, y bastante intrigante... espero la continuación...

schwarzenegger

me gusto mucho!!!! :)
espero que sigas publicando los demas capitulos que me quede con la intriga


adios


PD: si hay tiros en tu historia ademas de las magias seras el puto amo!! ajajajajaj
Take a look to the sky just before you die

Demmon Break Master

No esta mal, pero es la primera vez que nota tanta maldad y una magia poderosa semi infinita ¿Como es posible que conozca ya a D'Sparil?

EDIT:

Por cierto, si vas a incluir enemigos echos por Fans no olvides probar los mios  :)

http://www.arcades3d.net/forosmf/index.php?topic=10093

Si, es Publicidad.  :D

doomero


Doom Missed

Gracias a todos, la verdad estaba empezando a pensar que Aluqah era el único que se leyó la historia... :wink: En fin, veo que algunos se me han adelantado en la trama: sí, tengo pensado poner armas, aunque más adelante... Y en cuanto a Hexen -y HexenII- saldrán prioritariamente como transfondo de la historia y en algún capítulo con mayor importancia, pero los dos juegos más importantes aquí serán Doom y Heretic.

En cuanto a poner monstruos de fans, pues la verdad, tenía pensado poner solo a enemigos de Heretic y Doom clásicos. Aunque algo magnificados, eso sí... (aunque eso no se verá hasta bastante más adelante, aquí aún estoy dando las primeras impresiones). En fin, aquí pongo el tercer capítulo de la serie, algo más corto que los anteriores (me estoy reservando para el cuarto capítulo, que es doble). Espero que os guste este, en este caso el protagonista del capítulo es diferente.

EDIT: Añadido el banner de la historia en el primer post.


EL CREPÚSCULO DE LOS DOOMERS

Capítulo 3) EL CONTACTO EN EL METRO

Basura: eso es lo que es este mundo. Piedra, metal, ruinas, muertos, residuos mágicos... Todo basura, mis lacayos lo han destrozado todo en cuestión de una sola noche, tan solo los mágicos han logrado sobrevivir al ataque en masa que lanzamos mis hermanos y yo. En realidad esto ha sido una gran decepción para mi, de todos los mundos que había sometido este era el que se me presentaba más fácil, y eso que había oído que su tecnología podía hacernos morir rápidamente si no teníamos cuenta. ¡Pff! De nada les sirvió con la mega-tormenta que lanzamos. Me esperaba algo más del mundo que guarda el Cristal de Luz. El mundo de Parthoris costó mucho más de dominar, y no era más que un planetucho perdido de la mano de Dios.

Sin embargo, solo podía acceder con mis huestes a ese mundo de noche, el único momento en el que el Portal estaba abierto. Mis hermanos Korax y Eidolon me habían encomendado conquistar este mundo, pero no es propio de ellos mantenerse al margen. Sobretodo de Korax. Sospecho que alguna de las suyas estará tramando, o estarán. Bueno, tampoco es cuestión de ponerse paranóico. Tengo un plan con el que ellos no cuentan y que me asegurará la victoria a mi: D'Sparil, el más grande de los Señores de la Serpiente.



"Silencio. Oscuridad y silencio. Eran dos factores que mi contacto me había pedido. Alguien de este mundo con poderes mágicos más que suficientes estaba intentado conseguirme el Cristal de Luz a escondidas de mis hermanos, y sus condiciones fueron que el día en que iniciaramos el Asedio me reuniera con él en un lugar con oscuridad y silencio. Obviamente acepté. Lo que no llegué a pensar es que nos reuniriamos en unos huecos bajo tierra.

Fue una agradable sorpresa. Dentro de lo que cabe, me recordaba a mi inmensa fortaleza aquática en mi mundo natal: la Atlántida. Pero aquí no había agua, solo paredes blancas y curvas y un suelo realmente sucio. Tuve que subirme un poco la túnica para que no se me manchase de los desperdicios que la gente de ese mundo tiraba al suelo. Durante un rato estuve caminando en los subterráneos túneles del... ¿Cómo lo había llamado mi contacto? ¿Metro? Sí, creo que sí. Estuve caminando en los subterráneos túneles del metro, pero no apareció. Sin embargo, si que apareció un superviviente de la masacre.

Llegó corriendo con una pistola en la mano, disparando a diestro y siniestro a un puñado de toros infernales que intentaban alcanzarle. ¡Maldito fuera! Si mis lacayos me descubrían allí abajo todo se acabaría. Por otro lado mi hechizo de ocultación mágica no me garantizaría el hecho de que no bajaron allí abajo. Intenté teletransportarme a otra estación, pero las duras paredes de tierra me lo impidieron. Así que obté por hacerles huir con un simple hechizo que destilaba maldad a mi alrededor. En cuestión de unos segundos los toros infernales que tan bien me habían servido me sirvieron mejor: poniendo pies en polvorosa. Pero el fugitivo humano también había percibido la maldad, se le cayó la pistola y salió corriendo a la vía del tren. Intenté seguirle, pero mis lacayos aún no se habían marchado, así que me quedé quieto tras la esquina del túnel.

En cuanto los noté irse fui lo más rápido que pude a las vías. Nada. Frustrado lancé una descarga de magia contra el suelo, las férreas vías del metro se desgarraron al instante. ¡Mierda! me dije. Si ese fugitivo sobrevive puede que cuente a los demás supervivientes que estaba aquí abajo esta noche y mis hermanos se enteren. Pero entonces me sonrió la suerte: lo noté como si una flecha me guiase hasta él, alguien había encendido una bola de fuego en la próxima estación. Sin pensarlo dos veces recorrí el túnel y destrozé las vías a mi paso para impedir que escapara por esa vía. Llegué a las estación: podía oír sus pisadas. Pero eran extrañas, era como si hubieran dos. No podía estar seguro, pero lo parecía.

Sin pensármelo dos veces lo perseguí. Allí estaba, encogido en un rincón. Era realmente patético: lo fulminé inmediatamente con el tridente. Ni siquiera sé si merecía morir con tanta dignidad, no era más que una rata que huía de un gigante. Escruté el pasillo, extrañado. Creía haber oído a alguien más, pero allí no había nadie y el pasillo estaba cerrado con una reja. Era un callejón sin salida. Realicé un escaneo mágico, pero lo único que noté bien podrían haber sido los residuos de la tormenta mágico que lanzamos mis hermanos y yo. El eco, me dije. Me di media vuelta, impaciente por encontrar a mi contacto, pero no encontré nada. Maldijendo, salí de los túneles, me quité el hechizo de maldad y el de ocultación, me bajé la túnica otra vez y me uní a mis tropas en la masacre de los supervivientes."


Esta noche buscaré a mi contacto otra vez. Puede que el caos de la noche anterior le impidiera reunirse conmigo. Para mayor seguridad enviaré hoy un contingente más pequeño. En cuanto a mis hermanos, dudo que me haya de preocupar, cuento con apoyo de dentro...

SkullKrusher

Vaya,para nada mal,aunque lo lei muy apurado,creo que entendi algo. :P
Rumack: "Can you fly this plane and land it?".
Striker: "Surely you can't be serious."
Rumack: "I am serious... and don't call me Shirley."

(dark_killer)

"Shoot First, Think Never"