Me imagino que a estas alturas los que participan en Dota tienen que haber alcanzado el grado de senseis y que hay una dura lucha por ser el más perfecto en controlar a los muñecotes. Y que riete tú de las cabronadas que suelen hacer los senseis a los alumnos en las películas de karate. Ya saben; el maestro joputa que obliga a un entrenamiento intensivo y abusivo para conceder el visto bueno.